Me encontraba aquel día perdido, no sabia dónde, ni cuándo, ni como había llegado a aquel pasillo tan misterioso, había personas llorando , vagando por el pasillo, otras muy felices adornaban el ambiente , yo sólo era un niño que buscaba su razón , su universo .
Aquellas sombras sollozantes me seguían diciendo: “avanza, no te rezagues ,mira al frente, no nos oigas “, yo solo podía ver puertas de diferentes colores , de diferentes tamaños, tenia miedo , no sabia donde estaban mis padres , de hecho ya no estaban.
“Ahora lo sé , qué había detrás de las puertas”.
Unas puertas eran blancas de bordes dorados , otras verdes con ramas , otras negras y sangraban , era como si pudiese sentir lo que sucedía detrás de estas, algo me llamaba a la puerta azul, profunda , una dama llamada intuición me guiaba , pero siempre la perdía de vista, el pasillo se hacía cada vez mas largo no tenía principio, no tenía fin.
“Ahora lo sé , qué había detrás de las puertas”.
Así pasó el tiempo y ya no era tan joven, aun así no decidía por cual puerta hacerme camino, cual era la indicada, cual seria mi destino. Recuerdo como el hombre flaco alto de piel gris se acerco y me advirtió que vendría por mi, eso era seguro, muy pronto vendría por mi. Yo sentía mucho miedo, veía como otros se lanzaban, se arriesgaban tenían éxito y otros morían en el intento.
“Ahora lo sé, qué había detrás de las puertas”.
Ahora te digo pasé mis días detallando las puertas, pensando ¿qué había detrás? , ¿qué estaba haciendo? , ¿cómo lo iba a hacer?, estoy muy enfermo, y falta poco, se acerca el hombre de piel gris para llevarme , debo darte un consejo antes de partir, este pasillo fue mi oportunidad , aquí crecí , aprendí pero nunca me arriesgué y ahora lo lamento mucho me tengo que ir , ha llegado el momento.
Mi vida era lo que me esperaba detrás de esas cien puertas.
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